Como cambian los tiempos

Vicky Hernández es el ejemplo perfecto de lo que debe ser cualquier actor, profesional y versátil. Vicky es una madre sufrida y abnegada en la telenovela "Los tacones de Eva" y una abogada corrupta y libidinosa en "Hasta que la plata nos separe". Dos roles muy diferentes, magistralmente interpretados por esta "señora" actriz. Yo me pregunto que dirán Carlos Muñoz, Teresa Gutiérrez, Franz Ramírez, o la misma Vicky Hernández al ver que en la televisión colombiana cada día importa menos el talento y más el físico, que los actores y actrices de hoy, en su gran mayoría, en vez de prepararse en el teatro prefieren el gimnasio. Qué opinarán los actores veteranos cuando ven tanto payaso improvisado en "Padres e hijos", "Así es la vida", o "Tu voz estéreo". Debe ser muy triste ver como una partida de "aparecidos" sin nigún talento pupulan en la "pantalla chica", dando muestras de mediocridad, inexperiencia y un total desconocimiento del arte de la dramaturgia. Que lástima que los directores de cásting en los canales privados no sean más selectivos, y que contraten al primero que pase y se conforme con cualquier sueldo de miseria.